“Siempre pensé que Nueva York era un refugio para expresarme a mí mismo”, dice el artista, dibujante, voguer, bailarín y coreógrafo Milton García Ninja, quien este año recibió el Visual AIDS Vanguard Award por sus logros como artista viviendo con el VIH. De todos sus talentos y experiencias, el que más orgullo le da a Ninja es el de ser un ícono en el Legendary House of Ninja.

 

“He estado caminando (compitiendo) desde 1984”, dice Ninja de 52 años, sobre su participación en el establecimiento de Nueva York y en la escena del ballroom. “Entrando y saliendo del proceso de descubrir mi sexualidad y de descubrir mis dones y talentos, no hay otra comunidad de la que me sienta más orgulloso de ser miembro que la del ballroom”.

 

Ninja se describe como Nuyorican (puertorriqueño que vive en Nueva York) nacido en Spanish Harlem y criado en el Bronx. El se crio en un hogar bastante estable con su madre, una trabajadora social; su padre, un maestro; y un hermano menor. “Estoy muy agradecido de haber tenido una infancia con mis padres, pero a veces teníamos encontronazos a causa de mi sexualidad”, dice.

 

El rebelde Ninja descubrió su tribu a los 14 años cuando su búsqueda de amor y aceptación fuera del hogar lo llevó a los muelles en el West Side de Manhattan. Pronto empezó a frecuentar bailes vogue y a mirar las competencias de los bailarines. “Me fascinaba ver sus movimientos impecables e intrincados al son de la música” dice. Ninja estudió a los bailarines y practicaba en casa frente a un espejo. A los 15 ó 16 se sintió con confianza como bailarín. 

 

A los 22 Ninja fue diagnosticado con SIDA. “Estaba tan enojado conmigo mismo y con la comunidad gay. Había momentos en que atacaba a cualquier hombre gay que demostrara interés sexual en mí, porque estaba enojado. ¿Cómo podía pasar esto? No en el mejor momento de mi vida, no cuando estaba yendo a la universidad y haciendo una maestría en moda”, dice.

 

Ninja continuó. Siguió brillando en la comunidad del ballroom y comenzó a participar en proyectos creativos y en el camino descubrió el dibujo y las caricaturas. Es una fuente de inspiración a través de su “diario pictórico” en Instagram (@mgarcianinja). “Creo estas piezas coloridas de personas que me han conmovido y cuyas vidas he influenciado a través del color y viñetas de caricaturas en papel de origami y otros medios variados”.

 

En enero de 2022 Ninja fue diagnosticado con insuficiencia renal y ha estado recibiendo diálisis. “Encima de mis cuestiones con el VIH, sintiendo que lo tenía controlado, llega esta avalancha de nueva información sobre mis riñones y la diálisis y un posible trasplante”, dice. “Estos últimos meses han sido un verdadero acto de malabarismo”.

 

Pero Ninja continua elevándose a la altura de las circunstancias para hacer frente a los desafíos que recibe y continua siendo creativo y teniendo esperanzas. Está especialmente agradecido por el apoyo tanto de su familia biológica como su familia del ballroom: the House of Ninja. Dice que el mantra que está practicando a través de su vida es: “Sin unidad, no hay comunidad”.