“Durante los últimos años hemos visto un alarmante aumento en los nuevos diagnósticos de VIH en las comunidades latinxs a través de los Estados Unidos, pero algunas poblaciones vulnerables están padeciéndolo más, incluyendo las minorías sexuales y de género en la comunidad latina”, dice Vincent Guilamo-Ramos, PhD, profesor de New York University y enfermero especializado en la salud sexual y reproductiva de los jóvenes. Señala que mientras que las tasas generales de VIH en los Estados Unidos bajaron un 7% entre 2014 y 2018, aumentaron un 1% entre los latinos, y 5% entre los hombres latinos gay y bisexuales menores de 35 años.

Gracias a una beca de $1 millón de dólares del gobierno federal, Guilamo-Ramos está lanzando un programa titulado Educar, Evaluar y Guiar (Educate, Test, and Navigate, ETN por sus siglas en inglés) en el South Bronx, que apunta a reducir el riesgo de VIH y del uso indebido de sustancias entre los adolescentes y adultos jóvenes negros y latinos.

La idea general, explica, es tomar los servicios de educación u evaluación que usualmente se encuentran en un entorno clínico, transplantarlos a las comunidades subatendidas y luego navegar o guiar a las personas a servicios más intensivos cuando los necesiten. Por ejemplo, la parte “Educar” del programa funcionaría dentro de la comunidad reclutando compañeros de apoyo y promoviendo historias ejemplares sobre personas que hayan cambiado sus comportamientos de riesgo relacionados con el VIH, incluyendo el uso de drogas.

La beca fue otorgada por la Administración de Servicios para el Abuso de Sustancias y Salud Mental, una oficina dentro del Departamento de Salud y Servicios Humanos (DHHS, por sus siglas en inglés) y es parte del plan federal para acabar con el VIH en los Estados Unidos (ver la historia paralela en esta página).

El Bronx es un lugar ideal para lanzar el programa ETN. Es uno de los 48 condados con la mayor carga de VIH en el país, y las tasas de VIH son especialmente altas en el South Bronx, donde el 40% del total de residentes tiene menos de 25 años.

Además, los jóvenes latinos corren un riesgo más elevado con el VIH, dice Guilamo-Ramos, señalando muchas de las razones: En esa comunidad no se habla de la crisis del VIH ; los esfuerzos de prevención del VIH no están llegando a los latinos; aquellos que viven con el VIH tienen menores tasas de participación en la atención y una menor tendencia a mantener cargas virales indetectables; y los latinos experimentan múltiples formas de estigma, incluyendo homofobia y racismo.