La mayoría de las personas que se acaban de infectar con el VIH tienen síntomas visibles, pero puede que durante esta etapa no se sientan enfermas en lo absoluto. Durante los primeros días hasta más o menos la primera semana después la infección, no hay síntomas específicos. Sin embargo, dentro de de las cuatro semanas después de haberse expuesto, la persona puede tener todos los síntomas de la gripe, como:

  • Fiebre
  • Escalofríos
  • Sudor nocturno
  • Erupción
  • Inflamación en los nódulos linfáticos
  • Dolor muscular
  • Diarrea
  • Cansancio

Las úlceras bucales y genitales y la pérdida de peso también son posibles síntomas de seroconversión (el momento en el que una persona pasa de ser VIH negativa a VIH positiva). En raros casos, estos síntomas pueden ocurrir dentro de los pocos días después de haberse expuesto al VIH.

Estos síntomas generalmente desaparecen después de una a dos semanas. Si acaso se presentan, estos síntomas pueden ser tan leves que casi no se noten. Para algunas personas son lo suficientemente graves como para visitar al médico. Además, durante este período, la persona puede transmitir la infección a otras personas con más facilidad.

Es importante recordar que estos síntomas son casi idénticos a los de muchas otras enfermedades. Por eso es tan importante hacerse la prueba del VIH. Si crees que te has expuesto al VIH, hazte la prueba de detección del VIH. Visita el Directorio de Servicios de Salud de POZ y escribe tu código postal para encontrar un sitio de pruebas en tu zona.

Last Reviewed: October 17, 2018