Hoy me levante tarde... bueno, en realidad me desperté temprano porque pensé tenía cita en el Seguro Social con mi doctora... pero no es hoy, es pasado mañana. Así que me volvi a acostar... me desperté al medio día. No fui al cuasi trabajo que tengo.. ya va a ser una semana que no voy. Creo que no quedaré en esta empresa estoy buscando otras opciones. Luego recordé que tenía cita con Claudia... damn... estaba re tarde... así que tomé un taxi (el cual me dolió en el alma pagar porque estoy quedandome corto de fondos... pero ni modo). Llegué a la fundación Vihda, al llegar un señor iba saliendo... solo lo vi de espaldas. Al entrar vi a varias personas sentadas... la fundación les da una canasta de alimentos una vez al mes. Me parece una excelente forma de ayudarlos.

Comenzamos a conversar con Claudia y le comenté todo lo que vi ayer. No pensé que todo esto fuera a desencadenarse en un torbellino dentro mío que me dejó incluso llorando. Todo es un lío. A veces me siento como en la Torre de Babel. Comenté con Claudia que hay cosas con las que no estoy de acuerdo... como el hecho de que la gente vea de manera tan poco sensible el hecho de ver a un ser humano morir. Ayer además de la persona que murió al lado de Ricardo, me contó la historia de que una vez habían ido a visitar a algunos enfermos terminales con Hiv y que durante una visita.... un enfermo falleció. Frente a ellos. Yo tengo la ventaja o desventaja de ser muy visual... y tener una imaginación muy vivida... cuando me cuentan una historia mi mente la logra visualizar... casi casi como si estuviera ahí presente. Y no me gustó lo que vi. Sentí como si algo me apretase el corazón. Tampoco me gustó que lo oí de Ricardo después de que la persona falleció... me contó que había un amigo nuevo en el tema ahí y que al ver al fallecido ante sus ojos se quedó helado... paralizado... y que le comenzaron a decir que porque había ido, que no se podía desmoronar.. que él mismo había deseado ir a visitar a los enfermos y que ahora tenía que asimilar lo que había visto. Comenté con Claudia que en cierta manera entiendo que la gente piense que no es bueno desmoronarse cuando algo así sucede... pero que a la par también es malo que no se les permita a las personas expresar o sentir dolor por la perdida de otro ser humano... así no sea tu amigo... así nunca lo hayas conocido... es una vida que se extinguió... y si sientes luto.. pena... dolor... debe darsele un espacio porque es un sentimiento valedero.

En mi caso (ya que siempre tiendo a involucrarme en la situaciones que veo y ponerme en el lugar de las personas) pensé que si hubiera sucedido algo así en frente mío... yo hubiera llorado. Al diablo eso de que los machos no lloran... que se vaya al carajo tanta pendejada machista que nos han enseñado. Un ser humano murió... y aunque no hubiese sido mi amigo... ni mi conocido... es una vida que merece ser recordada... es uno de los nuestros que murió en el camino... y aunque hubiese o no tenido amigos o familiares cerca.. y aunque no le hubiese dolido su muerte a nadie.. a mi si me hubiera dolido. Porque no es normal que la gente muera sola en el mundo... así como no es normal que las personas sean indolentes ante la muerte de los demás... no es normal que no se nos permita llorar a nuestros muertos. El que se murió no era un grillo o un mosquito... era un ser humano. Si me hubiesen comenzado a reclamar o lo que sea los hubiera mandado a la punta de un cuerno. Yo tengo derecho a sentir luto por los demás y si nadie va a llorar a un difunto... cualquiera que sea... si yo siento hacerlo lo haré. Y eso no me hace menos fuerte ni menos hombre...

No he visto a nadie morir en mi vida... nunca. Nadie nadie nadie... ni una persona. Y no quiero hacerme como los doctores... ni como muchos de los hiv+ que han vivido milenios con la enfermedad... que hablan de los muertos como hablar de una pelicula... que ven a los muertos en frente de si como si fuera un programa de televisión... no un hecho real... no como la perdida de un ser humano (ojo...no todos pero si creo que la mayoria después de un tiempo se acostumbran un poco a la debastanción que ocasiona la enfermedad). Hemos perdido tantas personas... y lo peor es que hemos casi casi perdido la capacidad de sentir el luto y el dolor por la perdida de otro ser humano... así sea un desconocido. Porque todos somos un desconocido para alguien más. Ricardo hablaba de su pareja que murió... tan libremente... y talvez este bien que lo haya asimilado así de rápido y que sea así de bueno para manejar los sentimientos... pero no vi el sentimiento o el pesar que una perdida de un ser querido debiera despertar en otros. Pero intento no juzgar porque a la larga nadie sabe lo que vive dentro del otro.

Conversamos mucho con Claudia... y analizamos diferentes puntos. No sé si sea bueno o no... pero cada cosa que vivo la interiorizo... y me ubico en la situación como un participe más. Hablamos sobre el caso específico del señor que murió al lado de la cama de Ricardo antes de ayer... y Claudia llegó a la conclusión que me afectaba tanto porque yo me había puesto en su lugar... porque me había preguntado que hubiera pasado si hubiese sido yo. Y es cierto. Y no creo que esté mal. Todo el mundo me dice que uno no debe esperar el mal... que no debe pensar en el mal... que uno debe vivir sin planificar... pero nunca ha sido así en mi vida. Yo vengo de una familia en la cual todo debe ser organizado, ordenado... debe haber una meta y un camino para seguirla. Soy muy analítico. Y si en este momento fuera de que no tengo una meta relevante en mi vida... ni una razón para estar vivo... ni sé que será de mi destino... pero si quiero seguir caminando en este camino no puedo pensar en hacerlo solo por azar... tengo que hacerlo con la mente tengo que tener una idea de que camino puedo o quiero seguir... quiero saber cuales son mis opciones. Así que mientras camino en medio de esto... miro a mi lado... y veo a otros en este camino... algunos en mejor o en peor situación que la mía... y trato de ponerme en sus zapatos para saber si sus decisiones son algo que quisiera emular o no.

Entiendo lo que sintió el señor que murió al lado de la cama de Ricardo. Uno no le encuentra sentido a la vida cuando no existe una razón para sostenerla o aferrarte a ella... cuando sientes que no tiene sentido... que no existe razón de ser. Yo me siento un poco así... aún no tengo una meta a largo plazo que quiera conseguir... todas las que tenía las he perdido. Por ahora me despierto para ir a cantar al coro... para ir al internet a escribir... y para comenzar a buscar un trabajo que me permita sobrevivir no sé que tiempo. Ayer me ubiqué mentalmente en la cama del señor que falleció. Sentía que hubiese estado ahí... como hubiese sido... si hubiese podido encontrar una razón para poder salvar mi vida y seguir luchando o si hubiese habido alguien al menos preocupado por haberme ayudado. Si hoy estubiese internado...en un hospital... talvez no encontraría mucho sentido para estar vivo. Y quisiera que eso cambie.
Comentaba con Claudia que me molesta un poco que la gente piense o diga cosas como: "sí pues.. si no quería vivir... ni modo...“. Creo que muchas personas prefieren morir porque no se sienten necesarios... no sienten que alguien los necesita en este mundo... por ende sienten que al morir... ”nada se ha perdido". Lo cual no es verdad.

Siento que la gente no se preocupa por los demás... que no los ayuda.. que no se interesa en motivarlos para seguir viviendo... que no se interesa en ayudarlos a avanzar. Talvez sea como la ley de Charles Darwin sobre la supervivencia de las especies donde "solo el más fuerte sobrevive". Pero en lo que a mi respecta... prefiero que esa ley solo se aplique a los animales.

Analizamos muchas cosas con Claudia y me dijo algo muy importante... es verdad que la gente puede ayudar a motivar a los demás a seguir viviendo... y que podemos tratar de ayudarlos a avanzar... y es verdad que mucha gente no lo hace hoy en día. Pero hay un limite. Un punto en el cual no se puede avanzar más allá.... no puedes hacer vivir a alguien que ya no quiere seguir viviendo. El instinto vital es uno de los instintos básicos del ser humano... es como una lucecita que parpadea cuando está prendida. Es como la programación binaria de los robots... ya saben... 10101001001001100110011000110001. Pero como toda programación a veces... en casos excepcionales puede ser borrada. ¿Por un virus?. Talvez por el dolor. En todo caso... muchas personas pueden ayudar a los demás cuando la luz está encendida... así sea tenue... pero si la luz se ha apagado por completo... entonces no hay nada que humanamente uno pueda hacer. Yo creo que mi luz está tenue ahorita... pero aún está parpadeando. Le pregunté a Claudia que podría hacer para poder hacer que la intensidad de la luz aumente... me dijo que le dijera que pensaba yo. Pues no sé... pienso que se debería hacer cosas... que se debería tener un proyecto o llevar a la persona a diferentes actividades... y .... Claudia me interrumpió y me dijo que no. Que a amar la vida ... solo se aprende viviendo. Una receta tan sencilla que ha sido imposible de comprender por el mundo que conocemos. Como decía confusio... (creo que fue él quien lo dijo) el mejor lugar para esconder un secreto es ponerlo en frente de tus narices. Y volvimos al punto de que uno no debe hacer cosas para darle valía a nuestra vida... uno no debe hacer cosas para justificar la necesidad de estar vivo... uno está vivo... solo por que sí. Y así está bien. La vida no es un premio que uno se gana.... ni es algo que tiene más o menos honra que los demás... no es que si estas vivo y eres rico... eres mejor que el que está vivo y es pobre. Si ambos están vivos... ambos son igualmente afortunados y tienen igual valor ante Dios y ante el mundo. Aunque en la practica no sea así como sucede... pero debería ser de esa forma. El punto es... que al final... la vida no es un premio que recibes al haber presentado un proyecto de lo que ibas a hacer con ella. Ni es algo que se te vaya a quitar porque te infectaste de Hiv... La vida es un obsequio, un regalo.

La vida es un obsequio, un regalo que alguien te dió con los ojos cerrados. Sin esperar nada a cambio... sin esperar que hicieras algo más que vivirla y disfrutarla. Cuando viniste a esta tierra nadie allá arriba esperaba que fueses a ser director de una multinacional o que fueses a ser multimillonario... o que tuvieses 5 Mercedes Benz, 1 jet y un submarino... cuando viniste aquí... solo te enviaron porque pensaron que habría algo que aprenderías y aunque no aprendieses nada... solo te enviaron para que vivieras... bien, feliz y tranquilo. Es uno de esos regalos que te dan sin esperar nada a cambio.... y no somos capaces de aceptar que algo así pueda en verdad suceder.

A veces es tan complicado safarse de los condicionantes que nos impone el mundo... la sociedad en general... condicionantes personales porque todos creemos que tenemos que tener o hacer esto o aquello para lograr vencer. Para ser exitosos. Cuando en realidad solo necesitamos vivir de verdad para ser lo que siempre debíamos ser. Es cierto que hay una misión para todos... pero la misión se cumple a medida que vivamos y disfrutemos lo vivido. Por otro lado también deberíamos liberarnos del paradigma que los demás tienen valor o valía por aquello que hayan hecho o logrado... los demás tienen valor solo por el simple hecho de ser quienes son... y cada ser humano vale mucho. Talvez cuando comprendamos eso... entonces aprenderemos a valorar lo mucho que perdemos cada vez que un hombre, mujer o niño muere... sea en manos de este virus o de cualquier forma.

Claudia me contó una historia... "¿Viste al señor que salió cuando entrabas?. Solo lo vi de espaldas -- contesté yo. Él es Don Alfredito. Sabes... Don Alfredito está solo, no tiene a nadie en el mundo. No tiene padres, ni hermanos, ni esposa, ni hijos... no tiene a nadie... ni sabemos si tenga amigos, pero ni siquiera tiene una casa. Si lo analizas con logica fria... Don Alfredito no sería una persona que tiene porque vivir... si Don Alfredito cayera en cama... nadie lo fuera a ver. Nadie lo ayudaría... talvez él mismo se miraría y podría decirse... ¿por qué quiero vivir si no tengo a nadie en mi vida? si vivir o morir sería igual para los demás. Pero Don Alfredito... mi querido Juan Carlos... Don Alfredito no es así. Don Alfredito no es una persona que vaya a tirar la toalla cuando algo le sucede. Ahí donde lo ves... a pesar de no tener a nadie que lo cuide y se preocupe por él. Don Alfredito defiende su vida y lucha... él es super puntual con sus tratamientos, con sus citas médicas y va a todo control que lo cite el doctor. Don Alfredito está en todas... es más si algún rato tiene alguna fiebre o gripe... el vuela de inmediato al doctor para que lo receten. Y Don Alfredito hace todo esto... porque valora su vida. Porque sabe que a pesar de no tener a nadie.... se tiene a él mismo. Y a veces eso es todo lo que necesitas... saber que tu vida vale bien y vale mucho. Saber que a pesar de no tener a nadie a tu lado... y que aunque el mundo no considere que eres importante... TODOS están errados porque tu como ser humano vales mucho. Lo suficiente como para seguir vivo con todo derecho como el que más. La luz de Don Alfredito de su impulso por vivir brilla inmensamente como si fuera un faro... talvez un faro que otros puedan seguir. Si algún rato Don Alfredito necesitare ayuda la va a recibir porque primero que nada él se ha ayudado a sí mismo. Y ese siempre es un buen comienzo. Lo que quiero que comprendas es que el valor de uno mismo, el valor de cada persona es independiente de las situaciones que afrontamos... tanto la personas más pobre de este mundo... así como la más adinerada tienen el derecho para vivir y seguir viviendo bien.. y van a lograrlo si has sido capaces de reconocer y aceptar para sí mismo que lo merecen y que tiene su existencia tiene sentido y tiene valía. No por lo que hagan o lo que tengan... ni siquiera por su estado de salud ni por las personas que se preocupen por ellos... sino por lo que uno ES como ser humano. Es verdad que las demás personas deben ayudar a los demás y darles una mano... pero para caminar siempre se necesita el primer paso... y el primer paso lo das solo tú. Es un acto y decisión personal."

Me gustaría conocer al Sr. Don Alfredito... personas así son las que cambian el mundo con su ejemplo y alumbran nuestro camino.