La idea de que el ser humano viene a la tierra desnudo y con las manos vacias es erronea. De hecho, antes de saltar en paracaidas desde el cielo (o venir transportados por la cigüeña en caso de que tu destino sea una familia pudiente y que pida entrega a domicilio...) te dan tu kit de buen viajero celestial. El kit viene compuesto de tres cosas:

1 saco
1 olla vacia
1 libro de apuntes.

Claro como todo novato... todos los futuros neo natos (recién nacidos) se preguntan ¿un saco? ¿una olla? ¿un libro? ¡¡¿Y dónde están los pañales?!!. Pero mis estimados... todo tiene una razón. Primero aclaremos porque no vienen pañales en el kit del viajero, la respuesta es simple... ¿han visto la cantidad de pañales que gasta un recién nacido? Si nos dieran pañales a todos el cielo ya no sería cielo y creanme... tendrían hasta deuda externa e inflación.

Y de igual forma los implementos del kit también tienen su razón de ser. El saco es para que cada persona arrastre los traumas que adquiere o se adueña durante el camino de su vida. Dios y los ángeles saben que los seres humanos son una de las especies más raras de la creación... te dicen no comas la manzana... y se la comen. Te dicen amense los unos a los otros... y se matan, se invaden, se asaltan y se secuestran. Y como dicen que Dios todo lo sabe... él ya sabía que a medida que el ser humano crece y avanza por la vida... encuentra cosas de las que no se puede o mejor dicho no se quiere desprender. Los traumas y uno que otro fantasma. Y no me refiero a los del tipo de gasparin... sino a los otros. Claro es que el saco podrían llenarlo con flores, alegrías, esperanzas, lindos paisajes... pero no, el ser humano gusta de arrastrar pesos inservibles. Ahora... la idea del viajecito en la tierra es que todos aprendamos algo... y que no lo olvidemos. Por eso nos dan un libro de apuntes... pero ni bien tocamos el piso, el libro es lo primero que el ser humano deja olvidado cual niño en kinder garden hace con su primer cuaderno. Por eso no aprendemos de nuestros errores.

Pero la olla... la olla es por demás interesante. La olla es el origen de este post, el punto central. La olla te la dan vacía para que tu la llenes con cosas que sean valiosas para ti. Ahí puedes poner las semillas de todo lo que quieres sembrar... las cosas que quieres hacer... las semillas del mundo que quieres ver. Pero... algo que los viajeros no saben pero que los ángeles del cielo y El Creador sí saben es que la olla es una alarma. Casi casi como un reloj despertador. Ellos saben que aún pudiendo llenar la olla por completo con buenas cosas el ser humano es lo que menos hace... casi no llenan la olla con nada. Una que otra semilla que luego dejan olvidada en cualquier lado. Y sin darse cuenta... la olla se llena de grillos. Y los grillos funcionan como una alerta natural... mientras más vacía está tu olla... más grillos caben en ella. Mientras más grillos tienes ahí... menos has sembrado en el mundo. Y cuando hay muchos grillos y la olla está casi vacía... se oye un gran barullo... ¡¡¡CRIIIII CRIIII CRIIII CRIIII CRIII!!!, como si te dijeran “¡¡¡Oye esto está vacío!!!”.

Pero el ser humano no es bobo, se las ingenia para no escuchar la olla... de la misma manera que los niños se las ingenian para no hacer todos sus deberes. Por eso la tapan... y no escuchas a los grillos cantar... hasta que estos aburridos se duermen. Pero vuelven a despertar apenas quieres caminar y avanzar, entonces ellos cantan otra vez. Por eso mucha gente deja la olla en el suelo y tratan de olvidar que existe... aunque muchos de ellos no saben que hacer tal cosa es imposible. La olla y los grillos siguen ahí aunque no canten gritando que tu vida está vacía... que talvez no has hecho todo lo que deberías... o que talvez has errado el camino.

Mi olla de grillos se destapó otra vez esta semana.

Primero que como todos habrán de suponer... mi súper arranque de resiliencia no me duró 24 horas. Llegué full motivado a mi trabajo al día siguiente a hacer lo que fuera para poder vender pero me topé con algo que no creo que haría: vender de puerta en puerta. Y me arriesgo a decir que muchos de los que leen este blog tampoco aceptarían un trabajo así. Me refiero a que todos tenemos un paradigma de lo que queremos hacer... en especial los que hemos ido a la Universidad. El asunto es que al preguntarle a los demás vendedores como hacían para conseguir clientes y vender un par me dijeron: "anda a puertear".

Puertear

O sea... ¿puertear yo?. Nunca. No porque no quiera... sino que no me gusta... no soy bueno... no estoy enseñado... nunca lo he hecho. Ok... no quiero. Y decidí que iba a renunciar definitivamente. Porque la verdad no estoy hecho para puertear. Sí, ya sé que muchos pensarán "Pero este chico que paradigmas tan tontos tiene... yo sí lo haría". Pero en realidad deberían preguntarse entones ¿por qué no lo han hecho?. Porque no les gusta. De las personas con las que he conversado todos dicen que si tuvieran que hacerlo lo harían pero siempre encuentran una excusa para decir porque nunca han buscado un trabajo en eso o nunca han aceptado ni aceptarían un trabajo así.

Bueno... en todo caso. Esa era para mi una señal clara de que este trabajo no es para mi. Puertear no es lo mío. Yo siempre hablo de los paradigmas inútiles de la gente... y ahora se darán cuenta que yo también tengo los míos. En fin definí que renunciaría entre miércoles o jueves.

El martes en la noche Blanchy una amiga del grupo Cristiano al que yo iba hace algún tiempo me había invitado al grupo de oración al que ella va los martes habiéndole yo comentado sobre mi estado anímico. Acepté la invitación y me topé con un grupo de personas muy amables. No sé si es un grupo Evangélico o Católico... pero ya saben... habían muchos “amén” y “gracias al Señor”. El grupo era dirigido por una señora muy mayor... yo calculo unos 70 años. Al terminar la charla Blanchy le dijo a ella que se acerque a conversar conmigo. Mmm... situación un poco incomoda. Le comenté un poco sobre mi depresión, y superficialmente que había sido diagnósticado con una enfermedad incurable y quiso saber los detalles (nombre de la enfermedad) pero le dije que "era una historia muy larga de contar". ¡Ja! Con el tiempo aprendo cada vez más como evadir las preguntas de la gente.

En todo caso... independiente de la enfermedad que pudiese tener... la respuesta de la señora fue: "Ten fé... Dios te puede curar“. Y me pidió que pidiera el milagro de ser curado del Hiv. Y la verdad... esa historia yo ya la he oído antes. Y le dije lo que ya he dicho en otras ocasiones: ”Yo creo en Dios y creo que Él puede hacer lo que quiera... pero no creo que en sus planes esté precisamente hacer esto (curarme de Hiv)". Además... ¿por qué a mi?. Me refiero a que hay muchos padres de familia que en caso de morir dejarían niños abandonados... hasta yo le diría al Señor que ellos son prioridad. Y lo que recibí en respuesta fue:

- Sra: Lo que sucede es que tú no crees. No tienes la fé para mover la montaña.
- Yo: No es que no tenga fé... pero es que no sería justo. Por otro lado... yo realmente no creo que Dios esté interesado en hacer este tipo de milagros... de haber sido así... ya hubiera hecho alguno.
- Sra: Tú no entiendes, no eres quién para tratar de entender la infinita sabiduría de Dios... ¿qué te importa si él te cura a ti y deja que un niño muera? Tú no alcanzas a entender su inmensa sabiduría, Él hace todo correcto aunque nosotros como hombres no lo comprendamos.

Mmmm.... bueno, esa posición me resultaba familiar... hay gente que tiene mucha fé. Teológicamente hablando sus aseveraciones eran correctas... pero siendo realistas.... ¿Quiero pasar el resto de mi vida esperando a que Dios me cure? o ¿es qué tengo miedo de tener fé y creer que es posible? Qué lío.

Seguimos hablando y ella insisitió en que necesitaba saber que enfermedad tenía para poder ayudarme sino no iba a comprender como me sentía. Y con temor accedí a decirle:

- Yo: Hace un año me diagnosticaron como seropositivo.
- Sra: ¡Ah! Tiene SIDA...
- Yo: No, no tengo Sida. Solo soy Seropositivo.
- Sra: Pero no se preocupe, Dios es todo poderoso... Él puede curar el SIDA.
- Yo: Yo no tengo Sida. Solo soy seropositivo.
- Sra: Ah o sea que ud. es solamente portador...

La verdad responder a eso era medio tonto porque ¿cómo le haces entender a la gente todas estas cosas? así que tomando en cuenta que todos somos portadores... le dije que sí. Y ella prosiguió diciendo:

- Sra: Ud. debe tener fé, nosotros vamos a orar y Dios lo va a curar... mire a la hermana que está allá.

La verdad me dió algo de temor... lo primero que se me vino a la mente es que me iba a mostrar a alguien más con Hiv o Sida. Pero me parecía algo tan delicado que no voltié a ver, ella prosiguió:

- Sra: Volteese, mirela. La señora que está parada justo detrás suyo.

Era una señora muy mayor y muy delgada... cuando la miré me dije a mi mismo... ella de ley tiene Sida.

- Sra: Ella...
- Yo: Ella tiene sida
- Sra: No, ella tiene un hijo que tiene Sida.

Y de repente me quedé como un shock... ¿Cómo podía alguien tan friamente revelarme la vida privada de otra persona? En especial siendo que yo era un desconocido y siendo que era sobre una situación tan delicada. Y entonces comprendí que los Cristianos son buenas personas, y son salvos.... pero muchas veces NO son discretos. Ella puede haber intentado hacerlo con buenas intenciones, pero si hubiese revelado mi caso a otra persona... hubiese sido un insulto para mi.... ahora que a estas alturas nadie me asegura que no vaya a hablar sobre lo mío con alguien más.

- Sra: ¿Ud tuvo sexo con otro hombre? ¿Es homosexual?
- Yo: No,.... mmm... bueno soy bisexual

En realidad la conversación con ella era tan similar a la conversación que tuve con el cura que no quería arriesgarme a que me mandasen por un caño otra vez. Menos mal esta señora reaccionó un poco mejor aunque me contó que el hijo de la otra señora se había infectado por medio de una relación sexual.... la única en su vida que había tenido con otro hombre y que este no le dijo que estaba infectado y zas... se infectó. Yo en realidad no dije nada... pero no creo que sea del todo cierto. No se enojen pero un amigo me dijo a manera de broma que las 3 mentiras más comunes de un gay son:

1. Soy virgen/ Hoy es mi primera vez.
2. No soy afeminado/ No se me nota.
3. Soy closet, nadie sospecha mi orientación sexual.

No sé si todos tendrán sentido del humor, pero a mi me pareció gracioso. En todo caso... volviendo al caso del hijo de la otra señora... pues no venía al caso polemizar. El asunto más fuerte vino a continuación...

- Sra: Tienes que tener fé, el Señor te va a curar. El hijo de ella estubo mal.. pero ahora esta vivo por el milagro de Dios. Y hasta está tomando las medicinas esas que les dan, pero él vive es por el milagro de Dios, todos sus compañeros ya se murieron y él sigue vivo por la mano del Señor.

Una vez más los muertos y heridos... que fastidioso se está volviendo que cada vez que mencionan gente Hiv+ ya todos están muertos.. que es pues... ¿qué acaso soy el último de los mohicanos?. Por otro lado... a mi me alegra que el chico viva “por el milagro de Dios” pero también hay que darle crédito a las medicinas.

Y siguió diciéndome que ella conoce un Dios de milagros y que yo solo debía tener fé. Yo le quise decir que en realidad prefería ser un poco más realista, pero ella volvió a decirme que me faltaba fé. Me dijo que ella había vivido los milagros... que su esposo tuvo un colapso pulmonar hace algunos años y que el Señor lo levantó casi casi de la muerte y que ella tuvo un problema en el corazón y que pasó mucho tiempo en terapia intensiva a punto de morir...pero que de allá la levantó el Señor y por eso ella habla del Dios de milagros que conoce.

La verdad yo si creo que Dios puede haber hecho esos milagros... digo, por algo es Dios. Pero es como más complicado que haga algo así conmigo. Por otro lado... hay una cosa que quiero evitar... la frustrasión. Me refiero a que creo que existe mucha gente en el mundo que está en franca espera y casi entrando en desesperación por curarse de esto... sea con la vacuna... sea con un milagro o con el poder de los espíritus o cualquier cosa que les digan que los puede curar. Pero los años pasan... y pasan... y pasan... y a veces pienso que si en 20 años una de estas personas se mira al espejo y reacciona al saber que todavía está infectado se dirá a sí mismo: ¿De qué me sirvió todas las cosas que he intentado para curarme? ¿De qué me sirvió rogar tanto por la cura/vacuna? ¿De qué me sirvió portarme bien y tener fé y pedir y rogar por el milagro... si aún sigo infectado?. En especial esta última pregunta creo que es en verdad dura.

Entonces mucha gente pensará que Dios no es Dios... porque si lo fuera nos podría curar. Y al conversar con Claudia en esta semana... desarrollé una teoría más. Que para hacerlo más entretenido la expresaré en forma matemática :)

Mi olla de grillos

Los grillos son a la olla como el Hiv es a la vida del ser humano.

Algo así como 2 es a 4 como 3 es a 6.

Y a eso le sacan la raíz cuadrada y le hacen una derivada para luego elevarlo a la n-sima potencia y listo, problema resuelto.

El punto al que quiero llegar del cual muchos no estarán de acuerdo. Es que creo que existe una razón por la que Dios no se ha esforzado mucho en hacer este tipo de milagros. No es operativamente efectivo. Me refiero a que Él puede hacerlo cuando se le de la gana... pero en mi caso al menos... el virus, ha sido la situación que destapó mi olla de grillos y la movió de tal forma que ahora los grillos no dejan de cantar....y hasta me gritan porque haga algo con mi vida.

Estos días y después de conversar con Claudia... llegamos a una conclusión. Toda la etapa de crisis que estoy viviendo no ha sido ocasionada por el Hiv. De hecho, el virus es casi casi el menor de mis problemas. Es todo lo demás que me agovia. Es el darme cuenta que no puedo hacer lo que siempre había querido hacer. El darme cuenta que vivía una vida que creía que era real pero que no tenía bases. Dicen que aunque el mono se viste de seda... mono se queda. Bueno... después de varios años y de haber estado en más de 5 países y hablar más de 3 idiomas... estas últimas dos semanas me he dedicado a la tarea de ... aceptar que soy solo un mono. Un mono común y corriente sin nada especial (las habilidades para escribir blogs no cuentan...).

Todo esto es muy largo de explicar y entraríamos en uno de los puntos más privados y personales (además de dolorosos) de mi vida, al menos en estos momentos. Por ello espero que me perdonen por no entrar en detalles con respecto a esto, aunque los buenos entendedores, los que necesitan pocas palabras podrán descifrar a que me refiero sin mayores inconvenientes. Pero bueno... Claudia me dijo que lo que estoy haciendo ahora es solo un berrinche de niño chiquito con mi vida. Y que es hora que acepte quien soy en verdad y me haga cargo de mi vida. Que deje de soñar con estudiar en esa universidad carísima en la cual ya hice el examen de admisión para estudiar una carrera totalmente en inglés y me aprobaron.... porque nunca la podré pagar. Y que acepte que si quiero estudiar en algún lado al menos en estos momentos deberé ir necesariamente a la Universidad del Estado (la cual nunca jamás estubo en mis planes). Pero en fin...

A veces es bueno cuando los grillos comienzan a cantar... o a gritarte... y metes la mano en la olla pensando que encontrarás algo que no hay. Y te das cuenta que llenaste la olla con cosas que pensaste que durarían pero que se evaporaron... y de repente... encuentras solo grillos. Grillos, grillos, grillos... y más grillos. Y te sientas casi a llorar... porque... ¿cómo es posible que lo que querías que fuera tu vida nunca hubiese sido cierto?. Y mientras todo esto sucede arriba... el Señor se asoma y le pregunta a San Pedro: ¿Ya se dió cuenta? ¿Ya hicimos que cantaran sus grillos?. Y San Pedro responde: ¡No le están cantando... sino gritandole Señor!. Y asumo que el Señor responde: ¡Bueno... mejor ahora antes que sea tarde!.

Y esa es la razón de la olla de grillos. Alertarte cuando algo no va yendo bien. Talvez cuando algo está vacío. Y esa es la razón por la cual tenemos enfermedades que a veces no podemos eliminar.... o milagros que no se van a realizar. Porque Dios nunca quitaría de nuestra vida algo que nos está sirviendo para mejorar... aunque nosotros no pensemos lo mismo. Pero hay que confiar que desde arriba saben lo que hacen y sentarse un momento y revisar nuestro kit viajero. Y hacer algunos ajustes.

Y es gracioso como Dios hace las cosas...

El miércoles que era un día en el que pensaba renunciar contrataron gente nueva en mi trabajo. Mi jefe me llamó y me dijo que con el supervisor de la multinacional habían acordado que yo ayude a uno de los nuevos. A Sergio. Yo no estaba muy feliz con la idea... o sea... ya voy a renunciar... como es que me ponen a ayudar a otra persona si no puedo ni con mis ventas. Pero en fin. Conversé con Sergio y me dijo que tenía una ruta de clientes por visitar... y le pregunté si ya había sacado cita... y me dijo: "No, con ellos es de ir y puertear".

“¿PUER... QUE?” - pensé yo.

Así que me meti al baño y me puse a pelear con el Señor. ¿Cómo es posible que me mandes a puertear cuando nunca antes lo he hecho? ¿Cuándo es algo que no me gusta? O sea que haces que se destape mi olla de grillos ¿y ahora quieres que meta la mano en ella?. Fantástico.

Yo puedo ser muy descuidado con mis propios sueños (y con mis grillos) pero trato de nunca dañar los sueños de los demás... y si el chico quería entrar a trabajar... y si tenía que ayudarlo... pues ni modo... lo haría.

Así que salimos de la oficina... y yo no sabía que haría. En el camino conversé con él y lo conocí mejor. Sergio tiene 18 años. Este es su segundo trabajo... el primero solo lo tuvo hace 2 meses. En su primer trabajo solo le pagaban comisiones por ventas y como era en ventas de libros tenía que puertear bastante. Le pregunté como lo escogieron para este trabajo de acá y me contó:

"Fue realmente por la mano de Dios (expresión que me pareció familiar... y la cual no la pongo en duda.... ) el fin de semana fui a vender un libro a una cliente y justo era la mamá de Mauricio (supervisor de la multinacional) y yo a él no lo conocí. Pero él desde adentro me había estado observando y me envió su tarjeta para que le de mis datos. Ayer me entrevistaron y me pusieron a prueba por un mes... pero yo si quiero entrar a trabajar aquí, ojalá Diosito me ayude".

¿Y si estas a prueba cuánto te van a pagar?- pregunté yo. “No me van a pagar nada” - Respondió él - “hasta el proximo mes para ver si me quedo trabajando... pero yo si quiero entrar... yo quiero ser un buen vendedor”.

Y me impactó tanto que Sergio tenga tan pocos grillos en su olla. Tan pocos problemas con su vida, lo suficiente como para arriesgarse a trabajos que muchos de nosotros no consideramos “adecuados”. Y noté que la olla de Sergio estaba llena en gran parte de sueños... posibles, realizables, reales... no como los míos que se han evaporado porque nunca fueron realmente factibles. Y comprendí que una pequeña parte de esos sueños dependían un poco de mi... y bueno.... ya saben.... uno tiene que hacer lo que uno tiene que hacer... y en mi caso puertié miércoles y jueves con el nuevo chico.

No diré que me sentí muy comodo... pero me sentí útil. Y conseguimos de la nada posibles contratos grandes. Hoy fuimos a visitar a otro cliente y el lunes firmamos un contrato y Sergio ya firmo un contrato con un familiar. Mi meta... es que le paguen este mes. Si él ingresa algunos contratos yo sé que Mauricio le va a pagar, así que trataré de ayudarlo. Talvez con eso aprenda a desalojar algunos grillos de mi olla y pueda llenar ese espacio con sueños.... y esos sueños me den una razón para seguir, vivir y luchar.

No sé hasta cuando podré ayudarlo porque me llamaron de un call center para ofrecerme un trabajo y mi amiga Cynthia me dijo que está buscando un Key Account Manager para su empresa de trade marketing y me envió la aplicación. Nada está seguro pero al menos son opciones. Creo que a veces hay que dar un paso en el lado correcto para que algunos grillos salgan de la olla... bueno, puede deberse a dar un paso... o a tocar algunas puertas. Mejor dicho... tocar muchas puertas aunque haga sol. Talvez a los grillos no les gusta el sonido de los paradigmas cuando se comienzan a romper y por eso se van, de forma que dejan un poco más de espacio.... para los sueños.