La verdad de ninguna cosa tiene vergüenza sino de estar escondida. Lope de Vega

Antes que nada sé verídico para contigo mismo. Y así, tan cierto como la noche sigue al día, hallarás que no puedes mentir a nadie. Shakespeare

No hay verdad que no haya sido perseguida al nacer. Voltaire


Hace unos días tuve mi tercer testimonio en un pueblo a dos horas de mi ciudad, llamado Palenque. Palenque es una población rural con una cantidad pequeña de habitantes, talvez mil personas o menos... la ciudad no es muy grande en verdad, sin embargo Palenque es un punto focal de ayuda y gestiones para recintos vecinos y comunidades adentradas en el campo. Para esta sesión fui con Maximiliano Noboa (Argentino), Director de la Fundación VIHda, Monika (Alemania), quien es la coordinadora de estas sesiones en Redima y con Claudia, mi psicóloga.

El viaje fue entretenido, nunca había ido a Palenque aunque si lo había escuchado nombrar... en el camino vimos muchas vacas, caballos, chivos, gallinas, gansos por todos lados y caminando libremente :) ¡¡que chevere!! ¡¡Siempre me ha gustado la naturaleza y los animales!!. Recordé también que a las vacas no les enseñan normas de tránsito porque casi nos chocamos con ellas un par de veces :).

Tenía muchas espectativas de esta sesión, usualmente como en muchos países de América Latina, la gente del campo tiene poca o nula información sobre el Hiv así que esto añadía importancia especial a esta sesión, al menos para mi.

Al llegar tuvimos la grata sorpresa de encontrar un pueblo muy limpio y ordenado, realmente agradable y pacífico... wow.... no se imaginan, en realidad uno hubiera deseado quedarse viviendo allí. En el parque principal (como en todos los pueblos) quedan ubicados los edificios más importantes: El Municipio, el cuartel de policia, la iglesia y el Hospital. Y como no puede ser de otra forma... cual buenos turistas nos pusimos a tomar fotos y fotos :)))

Fuimos recibidos por Mayte (Española) quién es la persona encargada de dirigir el Hospital Padre Miguel Sesma, establecido por la Red de Dispensarios de la Arquidiócesis. El Hospital realmente tiene una infraestructura muy buena, mejor de lo que yo esperaba, tiene incluso quirófano... realmente creo que la Iglesia Católica ha hecho una gran labor con esta red de dispensarios, me pongo en lugar de los habitantes de Palenque o sus recintos vecinos y comprendo lo importante de tener un Hospital en esta región.

En esta sesión estuvieron 12 personas de las 25 que aproximadamente trabajan en este Hospital, básicamente algunas enfermeras, un doctor y presonal administrativo. Un punto importante y que nos sorprendió a todos es que muchas de estas personas tenían clara la información clínica del Hiv. El Dr. Walter, originalmente de mi ciudad, quién trabajó en un centro de investigación sobre Hiv (no sabía que algo asi existiera en este país) se había encargado de capaticar a todos los empleados del hospital aún cuando no existe ningún caso de Hiv diagnósticado en Palenque.

Las razones de que no existan casos de Hiv en Palenque son varias... pero cuando hice una pregunta sobre “la incidencia” de las infecciones mientras estabamos en el camino hacia el pueblo, Monika me respondió: "La verdad es que no sabemos nada... el trabajo hacia el Hiv recién está comenzando allá". En Palenque hasta hace una semana nadie NUNCA habia puesto pruebas de Hiv a disposición del público. Esto en verdad me sorprendió... 25 años después de que esta epidemia comenzó a esparcirse por el mundo entero... aún existen pueblos, miles de personas desprotegidas contra el virus...

Las sesiones fueron super buenas, la gente estubo muy abierta y participativa, Maxi y Claudia hicieron un gran trabajo. Realmente era impresionante saber como estas personas tenían clara la mayor parte del aspecto clínico de la lucha contra esta enfermedad... solo había que trabajar en el estigma. Es raro como el ser humano es a veces así, puedes tener información científica muy clara de cierto asunto, pero eso no significa que sepas como tratarlo o asimilarlo. Mucha de la información permanece en nuestra cabeza y no baja a nuestro corazón, por ende no se convierte en una realidad en nuestra vida diaria.

Al momento de dar mi testimonio estaba un poco confundido sobre la mejor manera de hacerlo... era raro... en mi ciudad todo el mundo tiene una idea preconcebida de los PVVS porque ya han visto a varios... así que piensan que podemos ser negros o mulatos, hetero o gays, de origen humilde y poca educación.... y muy muy muy muy delgados. Es la primera cosa que se les viene a la mente cuando piensan en un seropositivo, por eso cuando revelo mi estado se sorprenden... por eso y por el hecho de que ellos nunca en su vida hubieran considerado desarrollar una amistad o que un seropositivo les llegase a caer bien. En cambio en Palenque... ellos nunca han visto un seropositivo... no saben como es la enfermedad en realidad, leer libros no te pone frente a frente con lo que de verdad sucede en nuestras vidas ni con las consecuencias que las personas que lleguen a ser diagnósticadas en Hiv+ en Palenque tendrán que enfrentar. Si en mi ciudad siendo la ciudad más grande del país, aún existe gente tratando de expulsar a niños seropositivos de las escuelas... no quisiera imaginar lo que podría pasar en Palenque cuando alguien sea diagnósticado seropositivo... por eso era también importante educar al personal del Hospital, para que ellos puedan ayudar a otros y defender sus derechos, educar a la comunidad cuando llegue el momento necesario.

Opté por sentarlos a todos en un circulo, muy cerca mío... ya habían mencionado que nadie (excepto el Dr Walter) había visto a un seropositivo en sus vidas, así que les preguente cuál era su mayor temor sobre la enfermedad. Las respuestas más comunes fueron:


  • El riesgo de infectar a otros

  • La discriminación que enfrentaré

  • La falta de medicinas

  • ¿Cuánto tiempo voy a vivir?

  • El temor a una muerte penosa


Luego les agradecí por su participación en el taller y les di la mano a todos y cada uno... me volví a sentar y les dije: "por cierto, Uds. habían dicho que nunca habían visto a un seropositivo en persona... bueno dejenme decirles que esto ya no es así porque yo soy seropositivo y ahora ya me vieron y hasta me dieron la mano". Como siempre todo el mundo se sorprendió, creo que un seropositivo gordito y cabello claro no esta mucho dentro del esquema que tenemos los latinos (al menos las libras de más han servido de algo, para despistarlos jejeje). Pero esta vez hubo algo que no me gustó.... casi lloré.

Si hay algo que detesto de haber sido diagnósticado Hiv+ es el inmenso golpe psicológico que sufrí... en realidad sin motivo, porque mi salud es realmente muy buena.. pero como he escrito antes aquí, hemos creado una nube negra muy grande alrededor de la enfermedad... sería mejor si agregaramos más luz a este asunto... así todos sufriríamos menos. El golpe psicológico de haber sido diagnósticado HIV+ me llevó a momentos de inestabilidad emocional que eran difíciles de controlar... llanto y más llanto... cuando menos lo esperas y cuando menos lo necesitas. Ahora ya no lloro tanto pero de vez en cuando aún siento como el decir “soy seropositivo” afecta mi cuerpo... como si mi mente no lo quisiera entender. Mis ojos arden, comienzan a humedecerse... siento mucho calor... comienzo a transpirar... pero lo peor, lo peor de todo sucede en mi rostro... mi cara... mis músculos se contraen involuntariamente.. a veces comienzan a temblar como una reacción nerviosa... y poco a poco mi rostro termina así :(.

Eso es algo que detesto...

Luché contra ello, pues nunca me ha gustado llorar en frente de otros y no lo hice. Además a estas alturas de mi vida yo realmente no siento pena por mi mismo, pudiera parecer que sí, pero en realidad no, como ya he dicho antes estoy muy conforme con mi destino.

Una vez sobrepasado la pequeña reacción involuntaria les conté mi historia y fui poco a poco respondiendo a sus inquietudes desde este lado del asunto. Conversamos, hicieron preguntas y realmente fue una sesión muy buena... ellos estuvieron muy abiertos y en realidad creo que les resultó mejor la posibilidad de asimilar lo que les decía, el hecho de no haber visto a un seropositivo antes nos los tenía predispuestos a nada.. así que vieron a un coloradito chistoso y gordito y deben haber pensado: “así deben ser todos los seropositivos”. Jejejeje. Al terminar la sesión todos me trataron como alguien normal y al despedirnos me abrazaron y me besaron... eso se sintió bien.

Talvez, después de todo SÍ podemos cambiar el mundo... no creen?

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JuanCa Poz