Jeff Berry soñaba con ser un DJ famoso. Incluso se mudó a Chicago para lograrlo. Pero todo eso cambió cuando resultó VIH positivo en 1989 a los 30 años.

 

“El VIH me hizo cambiar de rumbo”, dice Berry, un activista de VIH de 64 años. “Tuve que dar un salto al vacío y dejar atrás la vida que conocía. También sentí una obligación hacia los que no habían sobrevivido, de continuar el trabajo que no pudieron terminar”.

 

Luego de su diagnóstico, Berry pronto aprendió sobre el poder de su comunidad gracias a la Test Positive Aware Network (TPAN, siglas en inglés de Red de prueba positiva consciente). Las reuniones de TPAN a las que asistió lo ayudaron a navegar su vida con VIH.

 

La conexión de Berry con TPAN se transformó primero en voluntariado y finalmente en un trabajo de tiempo completo. Trabajó con la revista de VIH de la organización, Positively Aware. Comenzó atendiendo los teléfonos y coordinando la distribución y publicidad de la revista.

 

“Positively Aware siempre fue hecha por personas con VIH para personas con VIH”, explica Berry.

 

En 2005, se convirtió en jefe editorial de Positively Aware, un cargo que ocupó durante casi 18 años, hasta el año pasado. Aunque Berry no tenía un título de periodismo, lo apasionaba ayudar a otros.

 

En 2015, Berry co-fundó The Reunion Project, una organización para sobrevivientes de VIH a largo plazo que se sentían “dejados de lado por los mismos sistemas y organizaciones que habíamos ayudado a crear”, dice Berry.

 

En septiembre pasado, Berry se convirtió en su primer director ejecutivo. Supervisa el grupo y trabaja para conseguir fondos para los empleados y los programas.

 

Todos los años The Reunion Project organiza varias asambleas públicas de dos días de duración en todo el país para honrar a los sobrevivientes. Estas asambleas son lugares seguros para que la gente se reúna y comparta sus historias de resiliencia. Pero también fomentan la concientización de los temas que enfrenta esta comunidad, como el estigma y la discriminación.

 

Además de estas asambleas en persona, la organización realiza asambleas virtuales así como seminarios online para los miembros de la comunidad.

 

“También desarrollamos oportunidades de becas para que las personas se presenten y reciban mini-becas para que puedan crear sus propios mini-programas en sus comunidades locales”, explica Berry.

 

Él se compromete a asegurar que las personas que viven con el VIH reciban los recursos y servicios que necesitan para disfrutar vidas saludables. Lo que es más importante, quiere asegurarse de que todos tienen la capacidad de tomar las decisiones correctas para sí mismos.

 

“Me siento muy agradecido de poder continuar haciendo este trabajo”, dice Berry.

 

A pesar de todos sus logros, Berry es humilde. “No me siento un héroe” dice. “Mis héroes son las personas de la comunidad del VIH de las que nunca escuchamos hablar pero que continúan marcando una diferencia en la vida de las personas con VIH”.